Temas importantes (Jack)

Ahora teníamos el báculo y tenía que hablar con Jack por diversos motivos. Ahora entrenaba más duro y durante más tiempo, como si le fuera la vida en ello, en realidad era algo así lo que ocurría pero... Alsan no lo iba a dejar enfrentarse a Kirtash, y menos teniendo en cuenta la sed de venganza que aguardaba Jack en su corazón. Alsan tenía razón, Jack moriría enseguida en una pelea sólo por no ser frío en ésta. También quería hablar con él para que me aconsejara y me ayudara a convencer a Alsan y a Shail de que me dejaran ir a la Tierra a buscar unas cosas.

Caminé por los pasillos de la casa de Limbhad con dirección a la habitación de mi mejor amigo, esperaba que no estuviese durmiendo puesto que aquella tarde, como las anteriores, había estado entrenando él solo en la sala que tenía como razón de existencia dicho fin y luego se había ido a duchar con agua fría como todos los días. Por eso me acerqué a la puerta y, sin tocar ni abrir, decidí preguntar.

- Jack ¿Estás despierto?-murmuré.

Era so obvious que añoraba mi hogar, pero desde hacía días, había dejado de pensar en todo lo que había perdido por culpa de Kirtash. Ahora simplemente lo odiaba por hacernos todo aquello a nosotros. Victoria tenía el Báculo y seguíamos vivos, pero Kirtash también.

Había pasado toda la tarde practicando con Domivat, quería dominarla hasta el punto de poder vencer a Kirtash usándola, quería matar a ese sucio asesino. Las manos me dolían de practicar, las tenía incluso magulladas y solían estar rojas hasta el momento en el que Victoria me curaba las heridas (mientras yo dormía, yo era demasiado orgulloso para admitir que me dolía eso de entrenar) estaba pensando en mis cosas cuando escuché una dulce voz proveniente del exterior de la habitación.

Solo con ser una voz femenina, supe que era ella; al fin y al cabo era la única chica de Limbhad; pero no fue solo por eso por lo que supe que era ella: podría reconocer su voz en cualquier lugar y situación del mundo.

-Si, estoy despierto... Aún no me ha cogido sueño.-respondí suavemente desde dentro, dándole perfecto permiso para entrar cuando ella quisiera, eso ella lo sabía de sobra.

(Off.- La historia cambió un poco, Alsan no se convirtió en un híbrido porque Kirtash no llegó a secuestrarlo)

Sonreí tímidamente al escuchar su respuesta y abrí la puerta del todo para entrar lentamente y con el sumo cuidado para no hacer ruido. Estaba tumbado en la cama y sus manos volvían a estar rojas. Me quedé un instante que se hizo eterno en el marco de la puerta y después la cerré y fui hasta donde estaba mi amigo. Me senté junto a él en la cama con cuidado para no molestar y lo miré con gesto neutro.

- Hola.-lo saludé en voz baja con una sonrisa.- ¿Podemos hablar? Si estás cansado lo podemos dejar para mañana.

Aunque dudaba que fuese a hablar conmigo en vez de ponerse a entrenar otra vez. Ahora quería pedirle ayuda y seguramente habría bronca por su constante ''autotortura'' entrenando durante tanto tiempo, si Jack seguía así acabaría muriendo de agotamiento. Suspiré.

Victoria entró y yo sonreí inconscientemente, ahora ella y Alsan eran mi familia. Y Shail también, claro, pero igualmente Victoria era la más importante de ellos, tal vez por que tenía mi edad. Se sentó, como siempre: intentando no molestar. Ya no sabía cómo hacerla comprender que a mi nunca me molestaba, ella continuaría en esa actitud dijese lo que yo dijese.

-Por supuesto que podemos hablar.-le contesté incorporándome un poco para sentarme apoyado en la pared, sin despegar mi mirada de encima de ella.

Desvié la mirada hacia otro lado, adquiriendo un gesto serio en el rostro. Acababa de darme cuenta de que no había escogido las palabras adecuadas para hablar con Jack. Decidí que primero le diría lo que no iba a hacer que probablemente se enfadara. Volví a mirarlo una vez estuve a punto para empezar a hablar y respiré hondo.

- Jack, ahora que hemos encontrado el báculo, sabes que Shail y Alsan no me dejarán salir de Limbhad... Pero tengo que volver a casa y darle alguna excusa a mi abuela para que no se preocupe por mi desaparición. Tienes que cubrirme...

La Dama entró en el cuarto de Jack y se subió a la cama para que la acariciara y eso hice, pasé mi mano suavemente por su pelaje con cariño.

-Sabes que eso no hubiera sido un problema de ningún modo...-le respondí encogiéndome de hombros y buscando su mirada, esa mirada que desviaba. Yo sabía lo protectores que podían llegar a ser Shail y alsan, sobretodo con Victoria (Y conmigo, solo que conmigo las cosas las arreglábamos a gritos. La notaba distinta, extraña...

Algo la inquietaba, algo que no me quisiera decir. Me acerqué un poco a ella y la abracé por los hombros, casi como un hermano mayor.-Anda, dime... ¿Qué ha pasado realmente?-pregunté preocupado.

Sonreí levemente por su respuesta, era cierto, Jack me había ayudado en cualquier cosa, aunque era tan protector conmigo que había dudado que me hiciera caso en aquella petición que le había hecho. Cuando me abrazó apoyé la cabeza en su pecho, la Dama lanzó un maullido de enojo por la invasión de su espacio y saltó de la cama para abandonar la habitación tan deprisa como había llegado.

- Jack, tienes que dejarlo.-respondí.- No puedes continuar entrenando de esa forma tan dura, y menos por venganza. A Alsan no le agrada nada que actúes por venganza y a mí no me hace gracia que te revientes tanto cada día.

-Kirtash no descansa.-le contesté firmemente.-Él sigue entrenando para ser cada vez mejor, si no me pongo a su nivel, la próxima vez me matará... O lo que es peor, te matará a ti o a Shail...-continué separándome un poco de su abrazo, negando con la cabeza.-No es por mi ya... Ya la venganza me da igual. Quiero matarlo, matarlo para... para que no os pueda hacer daño. A ninguno. Ni a Alsan, ni a Shail, ni a ti. Quiero que se de cuenta de que yo no soy un crío y le voy a ganar... Vic, te prometo que le ganaré. Pero si dejo de entrenar seré fiambre en poco tiempo.-agregué fuertemente, con toda mi convicción reunida en mis palabras. No podía dejar de entrenar, si no acababa yo conmigo... Kirtash lo haría. Pues prefería entrenar.

No pude evitar hacer un mohín, vamos, y eso era poco.

- Pero te superarás, Jack, te reventarás y luego no podrás luchar cuando lo necesites.-tenía la sensación de que aquello no acabaría bien, de que acabaríamos gritándonos, discutiendo y no dirigiéndonos la palabra en días.- Yo sé que quieres protegernos, Jack, ninguno de nosotros queremos que los demás salgan dañados. ¿Pero ves a Shail matándose cada día? ¿O a Alsan? Estamos haciendo lo que podemos, si sigues así un día acabarás matándote tú solo. Y no, no puedes derrotar tú solo a Kirtash, Alsan no quiere que actúes de esa forma y lo sabes.-el gesto en mi rostro se había tornado severo.

Hizo un mohín, yo rodé los ojos con el cansancio de la situación. Si Victoria continuaba insistiendo de ese modo, no tendría otra cosa que hacer que aceptar lo que ella me decía. Yo nunca había sido débil pero los ojos de Victoria podían hacerme serlo y caer rendido ante ella para aceptar lo que me dijera. Por eso evitaba mirarla a los ojos en esos momentos.-Lo hemos hablado, Vic... Si insistes tendré que aceptar, pero si no entreno nos matarán a todos. Sabes que no lo hago por mi, si entreno cada día es por vosotros... Mi vida no me importa.-le dije seriamente tragando saliva y mirando hacia abajo.

Me enfurecí, mi boca se torció en un gesto de enojo y mi ceño se frunció casi por completo, mi rostro reflejaba cómo me sentía. ¿Que si no entrenaba nos matarían a todos? La Resistencia no sólo dependía de él, nos podíamos valer por nosotros mismos, Shail tenía su magia, Alsan su magnífico manejo de la espada y yo ahora poseía el báculo de Ayshel que me ayudaba a canalizar y usar magia de forma más potente.

- ¿Nos matarán si no entrenas? No sé si te has dado cuenta de que nosotros también podemos defendernos y no me vengas con que tu vida no importa, ¡¿Sabes qué?! ¡Que eres un idiota, Jack Redfield!-exclamé y le di una cachetada. Me levanté de la cama, había sido una mala idea ir a hablar con él.

Victoria se cabreó de repente, aunque eso era más que obvio que iba a pasar. Cerré mis ojos intentando controlar lo que sucedía.-Sé que podéis hacerlo, y mejor que yo incluso... Shail lleva desde hace mucho usando la magia y Alsan es un caballero de Nurgon... Vale que tu sepas usar el báculo. Pero ¿no lo ves, Victoria? Mi vida no es nada si os pierdo, no podría soportar vivir en un mundo en el que no estés... digo, estéis. Sería algo... algo... déjalo, tienes razón, soy un idiota.-le dije con la marca del bofetazo en la cara, aún con los ojos cerrados. Era algo dentro de mi lo que me impulsaba a entrenarme. Tal vez para no volverme loco tratando de buscar un modo de vencer a Kirtash... Siempre se centraba todo en kirtash. ¿Por qué?

Me detuve en la puerta y me apoyé en el lomo de ésta. Suspiré mirando al suelo.

- No quería decirte eso, Jack...-murmuré sin mirarlo.- Sólo estoy nerviosa porque todo ha cambiado muy deprisa. Tengo miedo de que Kirtash haga daño a mi abuela, tengo que darle una excusa a Allegra para que no se preocupe por mi ausencia porque Shail y Alsan no quieren que vuelva a la Tierra ahora que tenemos el báculo... Por eso necesito tu ayuda. Y tampoco quiero que te mueras, Jack. Te sobreesfuerzas, todos sabemos lo que pasará pero el único que lo dice es Alsan. Muerto no nos sirves, Jack, y te matas tú solo... No habrá valido la pena que entrenases tanto.-dije y entonces me giré hacia él. ¿Cómo había podido pegarle? Eso no era propio de mí. Me acerqué a él y me senté con lentitud en la cama.- Déjame curarte.-murmuré y tomé sus manos.